La primera Conferencia Mundial de los Océanos, que comenzó el pasado lunes en la ciudad de Manado, al norte de la isla indonesia de Célebes, tiene por objetivo llamar la atención internacional para que actúe también contra los efectos del calentamiento global en los mares.
Un total de 64 países, incluido Estados Unidos, han aprobado la Declaración de los Océanos de Manado. Los participantes se han comprometido a proteger los mares e instaron a la comunidad internacional a tener en cuenta su preservación en las negociaciones que se llevarán a cabo en diciembre en Copenhague. Allí tendrá lugar la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, un encuentro clave en el que está previsto elaborar un protocolo que sustituya al de Kioto, que expira en 2012.
La declaración, que no es de carácter vinculante, subraya además la necesidad de fomentar la cooperación internacional política y científica en el ámbito marino, y en este sentido, recomienda a las economías avanzadas prestar ayuda técnica y financiera a los países menos desarrollados.
Durante las negociaciones previas al acuerdo, varias naciones industrializadas, entre las que destacó Estados Unidos, se opusieron a suscribir un texto en el que la ayuda fuera imperativa, lo cual constituyó uno de los mayores escollos para alcanzar el consenso.
Asimismo, la declaración de Manado subraya la importancia de actuar para reducir la contaminación del mar y en las zonas costeras, y aconseja llevar a cabo estrategias de desarrollo sostenible a nivel nacional e interregional.
Además, los países que participaron en la conferencia, recalcaron en el documento, la necesidad de aumentar la investigación oceanográfica y el intercambio de información científica entre países.
El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, hizo un discurso a favor de la protección marina y oceánica: "Es una cuestión de vida o muerte", afirmó. Millones de personas viven en zonas costeras y dependen de los recursos marinos, pero los océanos y mares están en riesgo por la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático. "Debemos frenar la destrucción de los recursos marinos y costeros, debemos protegerlos de la depredación por el ser humano y su uso excesivo, así como de las consecuencias dañinas del cambio climático. Debemos protegerlos para las futuras generaciones, para que puedan vivir libres de las cadenas de la pobreza".
La declaración final, de cinco páginas, contiene numerosas referencias a la necesidad de investigar y estudiar los océanos. Los expertos han calificado de imprescindible la búsqueda de soluciones para el deshielo de los polos, la subida del nivel de los océanos -que Naciones Unidas cifra en al menos un metro para 2100-, la acidificación de las aguas y la extinción de especies vegetales y animales.
Fuente: Blog de Paco Gil.
Seguimos en la camioneta.
domingo, 17 de mayo de 2009
Proteger los océanos, cuestión de vida o muerte
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