jueves, 24 de diciembre de 2009

El genesis del apocalipsis


En el origen Dios, el omnipotente, el cruel, el iracundo, se aburría solo en la inmensidad de la nada.

Entonces, para tener alguien sobre quien mandar, alguien que le obedeciera servilmente y le alabara sumisamente, Dios creó a los ángeles. Y durante incontables eones se divirtió a su costa. Pero los ángeles acabaron por ser tan previsibles en su incondicional sumisión que Dios empezó a aburrirse de nuevo.

Entonces dijo Dios: «Hágase la materia. Y que ésta sea convulsa, rebullente y estrepitosa.» Y el big-bang estalló. La materia se fragmentó en incontables pedazos que giraban en el vacío, deflagraban, estallaban y colisionaban sin descanso. Y así fue creado el universo, un violento caos a imagen y semejanza de los desvaríos de la mente divina.

Pero a Dios no le divertía lo suficiente la insensata violencia de la materia insensible, y dijo: «Creemos en el orbe entes capaces de experimentar el sufrimiento.» Y así fue cómo en las aguas fétidas que encharcaban la superficie de un guijarro de materia apareció la primera célula viva. Sentado en su trono, Dios sonrió al contemplar su nuevo juguete. Y los ángeles, al verle sonreír, se estremecieron.

Entonces dijo Dios: «Que las criaturas vivientes adopten diversidad de formas, y que las distintas formas vivan en perpetua guerra. Que los más fuertes ataquen a los más débiles. Que las criaturas sobrevivan comiéndose las unas a las otras, para que así la sangre corra sin fin en mi perpetuo homenaje.» Y a algunas criaturas les crecieron dientes, a otras garras, a otras afilados cuernos, a otras lacerantes picos, a otras aguijones envenenados. Y se lanzaron a la feroz, inacabable guerra total del comer o ser comido, matar o ser matado: Bellum omnium contra omnes. El ruido de las gargantas seccionadas, los huesos triturados y los gemidos de las víctimas cuya carne era desgarrada y masticada aún palpitante se elevaba al cielo, como un perenne canto de alabanza al creador. Éste, en su infinita sabiduría, previó que quizá algunas criaturas —las más astutas, las más hábiles, las más fuertes— podrían escapar a su destino en la cadena alimenticia. Y, para que ellas conocieran también el dolor y la muerte, Dios creó las enfermedades y la senectud. Así, la vida de todo ser se convirtió en una inevitable y enloquecida carrera hacia la muerte. Sentado en su trono ensangrentado, Dios miró el mundo de pesadilla que había creado y sonrió de nuevo. Los ángeles contemplaron aquel horror y se estremecieron de nuevo.

Las criaturas de Dios deambulaban por el mundo dejando un reguero de sangre tras de sí, huyendo de cuantos pretendían comérselos, persiguiendo a cuantos pretendían comerse. Pero su capacidad de sufrimiento estaba limitada al dolor físico. Entonces dijo Dios: «Creemos ahora una criatura cuya capacidad de sufrimiento sea aún mayor. Para ello, creémoslo dotado de inteligencia, y así podrá comprender y lamentar su destino, con lo que no sufrirá tan sólo su cuerpo, sino también su espíritu.» Y, diciendo esto, sopló su aliento ígneo sobre un simio escondido en la copa de un árbol. El divino rebufe, además de insuflarle al infeliz animal el raciocinio, le quemó todo el pelo, dejándole la piel desnuda, y le hizo caer del árbol, su refugio. Al verse en el suelo, tan vulnerable, la espantada criatura corrió a esconderse en una cueva, perseguido por los terrores que conjuraba su recién adquirida imaginación. Las carcajadas de Dios hicieron temblar la tierra, y ésta se abrió en miles de pústulas volcánicas que sembraron muerte y destrucción con las cenizas y lavas que expelían, proclamando así la alegría del creador. Y dijo Dios: «A este pequeño mono con piel de gusano le llamaremos hombre, y estará obligado, él y sus descendientes, a honrar mi nombre y cantar mis alabanzas.»

Grande fue el alivio de los ángeles al verse relevados de las que, hasta entonces, habían sido sus obligaciones, que a partir de entonces recaerían sobre la cabeza de aquella criatura. Pero Lucifer, el portador de luz, el más hermoso e inteligente de los ángeles, harto de las atrocidades que cometía su amo, se apiadó del desgraciado ser. Y, a escondidas de Dios, le visitó en su oscura y húmeda cueva. Le reconfortó con su luz, y le hizo dos regalos: uno fue el placer y el otro fue la risa.

Grande en verdad fue la cólera del creador cuando vio al hombre reír y regocijarse en el placer durante los ratos que le dejaban libre sus necesidades de supervivencia, en lugar de aprovecharlos para postrarse ante él y suplicarle misericordia. Aulló de furia y buscó por doquier a quien había osado desafiarle. El cielo se desgarró con sus gritos: no en vano él era el Deus Irae, el dios de la ira, el rencor y la venganza. Sabiéndose perdido, Lucifer reunió a un puñado de ángeles descontentos y los acaudilló en un desesperado intento por derrocar al divino tirano. Mas fue en vano: una palabra del omnipotente hizo que se abrieran los abismos infernales, y allí fueron arrojados el ángel rebelde y sus seguidores, condenados a sufrir eterna tortura para satisfacción de la divina venganza, sumergidos en un pozo de fuego incandescente. «Ya que eres el portador de luz, arde para siempre», dijo Dios al cerrar la prisión del rebelde.

Pero el castigo al ángel insurrecto no sació la ira del creador. Entonces volvió sus flamígeros ojos hacia el hombre, pensando en la mejor forma de despojarle del exiguo consuelo que los regalos de Lucifer le proporcionaban. Y la divina faz se iluminó una vez más con una sonrisa que hizo estremecerse de nuevo a los ángeles.

«Moldeemos al hombre a nuestra imagen y semejanza», dijo entonces. «Hagámosle pues mezquino e innecesariamente cruel, intransigente, despótico, colérico, vengativo, avaricioso y sediento de sangre.» Y así los hombres, cuya inteligencia les habría permitido idear sistemas para soslayar la ansiedad que produce la constante amenaza de los predadores y el hambre, la utilizaron en cambio para inventar nuevas maneras de infligirse dolor los unos a los otros, convirtiéndose en la primera especie depredadora de sí misma: homo homini lupus.

Pero esto tampoco satisfacía plenamente al creador: era preciso que, además, los hombres se matasen en su nombre. Para conseguirlo, buscó a los más infelices de entre ellos, los que vivían en el árido desierto, abrasados por el sol de los alacranes, forzados a alimentarse con la carne áspera de las cabras y a beber las salobres aguas de los pozos que excavaban ellos mismos en la arena. Dios se reveló a esas gentes hoscas, feroces e insatisfechas, y alimentó su soberbia nombrándoles su pueblo elegido. Y a unos les dijo llamarse Jah, Jahvé o Jehová, a otros les dijo llarmarse Cristo el ungido, y a otros les dijo llamarse Allah. Y así, los hombres empezaron a matarse por el nombre de Dios. Los distintos pueblos elegidos batallaban sin tregua, degollándose y mutilándose los unos a los otros, hasta que las aguas de los ríos bajaron tintas de sangre, y el aire de valles y desiertos se llenó con los lamentos de los heridos, los torturados y los agonizantes. Sentado en su trono, Dios bebía la sangre derramada para su mayor gloria y se deleitaba escuchando el coro de llantos y gritos de agonía que se elevaba hacia él como una música celestial.

Y los siglos fueron pasando, y el dios de los muchos nombres volvió a aburrirse de su juguete, y abandonó la creación para buscar otras diversiones. O quizá murió, y acaso ahora su enorme cadáver flote entre las galaxias, apestando el orbe con su putrefacción. Pero los hombres siguieron matándose en su nombre, aunque bien es cierto que no necesitaban de esa excusa para hacerlo: a veces les bastaba con un pedazo de tierra yerma en disputa, o unos pozos de aceite mineral negro y maloliente, o la posibilidad de esclavizar a un pueblo cautivo, para lanzarse los unos contra los otros con las armas prestas, buscándose las gargantas como los mastines cuando luchan. Y asimismo siguieron atribuyendo a la intervención divina las escasas felicidades de que disfrutaban, y a su oponente Lucifer las muchas desgracias que les afligían. Pero el ángel caído aúlla de dolor y de impotencia preso en su cárcel eterna, y el creador desapareció del orbe conocido incontables eones antes. Y de los escasos desahogos y los muchos infortunios que los hombres padecen, tan sólo ellos son responsables. Y así ha sido, es y será, por los siglos de los siglos, hasta la destrucción del mundo.

Fuente: http://www.badosa.com/bin/obra.pl?id=n056

domingo, 20 de diciembre de 2009

Siempre hay un inútil que te arruina la guerra...


A finales de 1904, la flota del Zar Nicolás II inició una de las campañas militares de tintes más chuscos que jamás haya emprendido una flota naval.

Los barcos del Zar partieron de los puertos del Báltico rumbo al Pacífico (rodeando África) para castigar a los japoneses durante la Guerra ruso-japonesa.

El primer incidente sucedió en aguas británicas del Mar del Norte, al disparar sobre botes pesqueros a los que los rusos confundieron con ¡lanchas torpederas japonesas!, con el consiguiente ridículo internacional.

A su paso por el norte de África, uno de los barcos rusos se enredó con un cable submarino, y se vieron obligados a cortarlo, sin saber que se trataba de un cable de comunicaciones entre África y Europa, dejando ambos continentes incomunicados entre sí durante cuatro días (más rechifla internacional)

Por el camino, los rusos dispararon más de 300 obuses a un mercante sueco, un pesquero alemán y una goleta francesa, al confundirlos (otra vez) con buques japoneses.

Además, las enfermedades iban diezmando las tripulaciones durante la singladura. Por este motivo, desde uno de los barcos se hizo un disparo para honrar a los muertos e… ¡impactó en otro barco ruso!

Durante unas prácticas de tiro en alta mar utilizaron como blanco un buque destinado al desguace, comprado por el camino en un puerto africano.

Pues bien, el blanco quedó intacto… pero hundieron el buque ruso encargado de arrastrarlo.

Para terminar, cuando los barcos del Zar alcanzaron por fin las aguas niponas, fueron fácilmente derrotados por los japoneses en la Batalla de Tsushima (mayo de 1905), donde la flota rusa fue destruida o capturada en casi su totalidad, mientras los japoneses sufrían escasos daños.

Fuente: La Aldea Irreductible.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

en defensa de los derechos fundamentales de internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible (España) de
modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las
libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la
cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios,
profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme
oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los
derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la
privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela
judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo
competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin
sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el
artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no
judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la
potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier
página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el
sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos
de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación
de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y
ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y
entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos
avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la
creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen
prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de
multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho
a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y
actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con
cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a
este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio
se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es
posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro
modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para
sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y
que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de
limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que
dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias
políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar
obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga
siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la
Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como
marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara
al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad
intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el
conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las
entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse
tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente
a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios
legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no
orgánica y que versa sobre otra materia

Este texto se publica multitud de sitios web. Si estás de acuerdo,
publícalo también en tu blog.

sábado, 12 de diciembre de 2009

La ocupación israelí en palestina (documental)


Ya lo dijo Alexis de Tocqueville: “La historia es una galería de cuadros en la que hay pocos originales y muchas copias”.
Y yo rescato la cita pues a lo que me referiré es a un ejemplo más que la corrobora: el hecho de que los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania se hayan convertido (ironías del destino de los pueblos) en verdaderos ghettos de Varsovia modernos.

Occupation 101 es otro documental que me deja con un muy mal sabor de boca. Pero así debe ser, ya que la causa de esa sensación es que lo que cuenta, tristemente, continúa ocurriendo mientras yo escribo y mientras alguien lee estas líneas.

La cinta hace un recorrido histórico desde fines del s. XIX para abordar de manera prolija y documentada la causa primera, la raíz profunda, del desastre en el que se ha convertido la región de Medio Oriente.

Muchas cosas pueden decirse sobre este conflicto, gritarse acaloradamente, muchos rostros pueden ponerse rojos de ira o de impotencia. Muchos otros podemos darnos el lujo de mirarlo desde la distancia. Pero también está la posibilidad de pensar, de reflexionar, de intentar comprender las cosas por fuera de los dogmatismos y fundamentalismos.

Me gustó mucho la manera de narrar el documental, que es desarticulando poco a poco la imagen que tenemos de cada uno de los intervinientes en el conflicto. Pelándolos como una cebolla, el documental va quitando capas de prejuicios, de estigmatismos, de burdas reducciones de la prensa internacional (por un lado al servicio del poder, por otro lado amordazada y atada de pies y manos, y a veces con un tiro en cabeza). Acá vemos gente, vemos los problemas cotidianos, vemos las causas de tanto dolor y de tanta locura porque se ve cómo es realmente la vida y la situación en Gaza y Cisjordania.

Otro punto importante son las fuentes y los testimonios. La mayoría pertenecen a organizaciones humanitarias, organizaciones internacionales, organizaciones de periodistas independientes o de israelitas disidentes (ciudadanos o militares que se rehusaron a cumplir servicio de ocupación), ONGs, misiones de observación de distintos países e intelectuales de la talla de Noam Chomsky. Como así también el relevamiento de las irregularidades en cuanto a la censura, la prohibición de ingreso de la ayuda humanitaria y la violencia contra la prensa.

Como siempre digo, hay que informarse y pensar por sí mismo, y evitar ser solo el medio de expresión de un cuerpo de dogmatismos que nos imponen la verdad.

Para descargarlo:
http://www.directoriow.com/directorio.php?perma=126832 (hay que registrarse, pero es muy sencillo).

Premios ganados por el documental:

- Golden Palm Award (Beverly Hills Film Festival).
- Best Editing (Beverly Hills Film Festival).
- Best Film (Artivist Film Festival, Hollywood, CA).
- Audience Choice Best Film (East Lansing Film Festival).
- Best Feature (River´s Edge Film Festival).
- Best Documentary (Deadcenter Film Festival).
- Best Documentary (New Orleans Film Festival).
- John Michaels Memorial Award (Big Muddy Film Festival).

domingo, 6 de diciembre de 2009

Religulous: lo ridículo de la religión


Religulous: un documental para no perderse

Fecha de estreno: 3 de octubre de 2008 (USA).
Escrita por: Bill Maher.
Director: Larry Charles.
Géneros: documental, comedia.

Como algunos saben, estoy viendo cantidad de documentales se los que se pueden conseguir por ahí en la red.
Éste en particular me pareció fascinante. Se trata de un documental en clave de sátira (comedia) que aborda la situación religiosa del mundo actual, específicamente su influencia (negativa y desmedida) en los destinos tanto de los individuos como de las naciones.

Incluso creo que son sus puntos bajos los que lo hacen más interesante aún. Me refiero a que Bill Maher no es demasiado sutil ni profundo en sus argumentaciones. Sus fuentes no son todo lo profundas que podrían ser, y los planteos generales son a veces burdos y hasta vulgares. Pero todo eso mismo es lo que, al despojar el tema de las marañas teológicas, sociológicas, antropológicas, filosóficas y cualquiera otra “lógicas” que podamos pensar, nos da el claro punto de vista de una persona de formación crítica que duda, y se pregunta, interpela y vuelve a dudar. Lo cual es, en definitiva, darse el lujo de pensar.

Que quede claro algo. Lo que el documental cuestiona es utilizar la vara de la religión (cualquiera sea) para regir los destinos del mundo, ya sea en política, economía, educación, etcetc. Se cuestiona la injerencia de las instituciones religiosas en los asuntos mundanos… tanto a nivel macro como en nuestros propios destinos particulares.
El documental no discute ni se refiere a la existencia o no de Dios. (En lo particular yo tampoco lo hago, eso sería objeto de otro post).

Y otra cosa también de destacar: Bill Maher plantea el derecho que tienen los críticos de la religión de expresar sus desacuerdos y a exigir ser representados. Personalmente esto me pareció uno de los puntos más destacables: la firmeza en sostener ideas anti-religiosas en escenarios, como mínimo, peligrosos. Y esto que parece tomado de un discurso feminista de principios del siglo XX o de las minorías sexuales que luchan por la igualdad de sus derechos civiles, se verifica hasta en los más recónditos escenarios cotidianos, donde demasiadas veces cualquier oposición o disenso frente al complejo sistema ideológico y de poder judeocristiano es tomado como una ofensa o un ataque personal.

Sean las que sean las creencias que alguien sostenga, debería tener el estómago suficiente para mirarlo, ya que pese a su estilo de comedia americana y a sus puestas en ridículo cual moderno Voltaire, la cuestión de fondo de la que habla es muy pero muy importante, y lo será cada vez más en los años por venir.

Muy recomendable y, por añadidura, divertido de ver.
Para descargarlo:
http://www.directoriow.com/directorio.php?perma=129151 (hay que registrarse, pero es muy sencillo).
Trailer:


Cita del documental:

La ironía de religión es que debido a su poder de desviar al hombre a cursos destructivos, el mundo en realidad podría llegar a su final. El hecho simple es que la religión debe morir para que la humanidad sobreviva. Se está haciendo muy tarde para darnos el lujo de permitirles tomar las decisiones clave a la gente religiosa, a los irracionales, a aquellos que dirigen el barco del estado no con una brújula, sino con el equivalente de andar interpretando las entrañas de un pollo. George Bush rezó mucho por Irak, pero no aprendió mucho al respecto. La fe es hacer culto a la virtud del no pensar. Y eso no es nada para jactarse. Y aquellos que predican la fe, y la permiten y la elevan son nuestros amos intelectuales, manteniendo a la humanidad esclavizada por la fantasía y la irracionalidad que ha engendrado y justificado tanta locura y destrucción.

La religión es peligrosa porque permite a los seres humanos que no tienen todas las respuestas creer que sí las tienen. A la mayoría le encanta cuando oyen decir "¡Estoy dispuesto, Oh Señor! ¡Haré lo que fuere que Tú me ordenes!". Salvo que como no hay ningún dios hablándonos, ese vacío es ocupado por gente con sus propias corrupciones, limitaciones y planes. Y cualquiera que les diga que sabe lo que sucede cuando se mueren, les prometo que no lo saben. ¿Cómo puedo estar tan seguro? Porque yo no lo sé, y ustedes no poseen capacidades mentales que a mí me faltan. La única actitud apropiada para que adopte el hombre acerca de los grandes interrogantes, no es la certeza arrogante que ha sido el sello de la religión, sino la duda. La duda es humilde, y eso es lo que necesita ser el hombre, considerando que la historia humana es solo una larga letanía de gruesas equivocaciones.

Por esto mismo la gente racional, los anti-religiosos, deben dejar su timidez de lado, salir del closet y hacerse valer. Y aquellos que se consideren sólo moderadamente religiosos deben verdaderamente mirarse al espejo y darse cuenta que el consuelo y el confort que les trae la religión tiene un costo terriblemente caro. Si usted perteneciera a un partido político o a un club social que estuviera involucrado con tanta intolerancia, fanatismo, misoginia, homofobia, violencia y completa ignorancia como lo está la religión, usted renunciaría como forma de en protesta. Hacer lo contrario sería como facilitarlo, ser una esposa de la mafia, casada con los verdaderos demonios del extremismo que consiguen su legitimidad de los miles de millones de sus compañeros de viaje. Si el mundo realmente se llegara a acabar aquí, o en cualquier otro sitio, o si cojea hacia el futuro, diezmado por los efectos de terrorismo nuclear inspirado en la religión, recordemos cuál fue el verdadero problema: que aprendimos a precipitar el asesinato en masa antes de poder superar la enfermedad neurológica de desear que eso suceda. Eso es todo. Crezcan o mueran.


viernes, 4 de diciembre de 2009

Compra 1.300 euros de langosta viva en un restaurante para dejarlas libres


El suceso ha ocurrido en el restaurante 'Niko', en Zara, Croacia, donde el hombre pasaba sus vacaciones. Erik Pavin, dueño del lugar ha contado todos los detalles del curioso incidente, una experiencia "que nunca ante le había ocurrido".

El hombre ha comprado 30 langostas por las que ha pagado la altísima cantidad. Estaba comiendo pescado y ni siquiera parecía "molestarse" por las que nadaban en el acuario, pero ha querido comprarlas y dejarlas libres, visto que estaban vivas.

Pavin ha contado que su cliente le había revelado que ya había hecho algo parecido en unas vacaciones que pasó en Grecia, sin embargo, en aquella ocasión no había tenido la misma suerte, porque todas las langostas estaban reservadas por para la cena.

La hija del ecologista ha sido la responsable de la intervención de su padre, al llamarle la atención sobre las langostas vivas que nadaban en la pecera.

La pequeña le ofreció al dueño sus ahorros para comprar una langosta y liberarla en el mar. El trató de distraerla diciéndole que los crustáceos estaban durmiendo. Fue en ese momento en que el padre tomó cartas en el asunto y le hizo la oferta de pagar 1.300 euros por las 30 langostas.

No está mal, considerando que estos bichos son metidos vivos en el agua hirviendo, y tardan varios minutos en morir.

martes, 1 de diciembre de 2009

El Genesis revisado



Muy bueno.