Nuestra historia comienza en 1601, en la ciudad alemana de Offenburg. Allí, al igual que en toda Europa por esas fechas, la caza de brujas estaba al orden del día... y allí, día sí y día también, se arrestaba a alguien acusado de tener tratos con el demonio.
En esta ocasión se trataba de dos vagabundas que, después de horas de tortura, confesaron ser brujas y participar en akelarres. A esta confesión, normalmente le seguía otra añadiendo el nombre de sus colaboradores y participantes. Las vagabundas no conocían a mucha gente en el pueblo y lo más que acertaron a indicar fue el nombre de Else Gwinner, la esposa del panadero.
El 31 de Octubre de 1601, Else Gwinner fue citada ante los examinadores y como es natural, negó cualquier implicación en ningún tipo de artes en la brujería. Ante aquella negativa, los inquisidores le explicaron el "plan" y le invitaron a evitar "sufrimientos innecesarios". Else, se mostró firme en su negativa y el paso siguiente fue lo que se conoce como "estrapada".
Le ataron la manos a la espalda y la levantaron del suelo mediante una cuerda sujeta a sus muñecas. Tras elevarla, la dejaron caer. Una vez en el suelo, todo lo que ella dijo fue «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen». Le volvieron a aplicar la tortura pero, en esta ocasión, sólo consiguieron dejarla inconsciente.
Durante aquel desmayo, la trasladaron a prisión y allí quedó recluida durante una semana. El 07 de Noviembre, la volvieron a llamar y de nuevo, comenzaron el interrogatorio con la estrapada, aumentando el peso en cada levantamiento.
A la tercera subida, Else gritó que no podía más y que confesaría. Mientras la bajaban, intentó inventar alguna respuesta creíble y finalmente respondió que había gozado del amor de un demonio. Esto no dejó muy satisfechos a los examinadores que querían saber más. Así que, volvieron a las andadas y de nuevo la elevaron, en esta ocasión con pesos mayores.
Viendo que la confesión no le había servido de mucho, Else volvió a reconsiderar su confesión y tras dos nuevas estrapadas, desde el suelo, les dijo que sus confesiones eran mentiras para evitar el sufrimiento y que la verdad es que era inocente.
Esto enfureció a sus examinadores que optaron por cambiar de estrategia en aquella "investigación". Así pues, se encaminaron hacia la casa de Else y detuvieron a su hija Agathe, la llevaron a una celda y la golpearon hasta que confesó que tanto ella como su madre eran brujas y que habían echado a perder la cosecha de aquel año para elevar el precio del pan.
Sin embargo, cuando llevaron a la joven junto a su madre, Agathe se volvió atrás y al igual que Else, afirmó que sólo había dicho aquello para que parasen y que ambas eran inocentes.
La paciencia de los examinadores estaba llegando a su fin y decidieron volver a separarlas, ya que comprobaron que cuando estaban juntas no terminaban de confesar. Llevaron a Agathe a otra prisión y con Else se decidieron a utilizar un nuevo método de persuasión: Las empulgueras.
Else confesaba todo tipo de brujerías hasta que paraban con el tormento, pero una vez que se detenían, se contradecía y afirmaba su inocencia. Así, una y otra vez, hasta el 11 de Diciembre, día en el que se desmayó sin darle tiempo a decir más.
Los examinadores la despertaron con cubos de agua fría y aún medio inconsciente, Else Gwinner confesó que había volado junto a un demonio en aquel akelarre. Por supuesto, le pidieron que dijera a quién había visto en estos aquelarres. Prometió revelar después más detalles si la dejaban descansar.
Pasaron dos días, cuando el 13 de diciembre se volvió a retractar de su confesión, pese a los esfuerzos de un sacerdote que la confrontó con la información adicional obtenida de su hija Agathe que, por aquellas fechas ya había confesado y firmado una declaración.
El 15 de diciembre, los examinadores le dijeron que iban a «continuar la tortura sin piedad o compasión hasta que dijera la verdad». Else volvió a desmayarse, pero antes de hacerlo, consiguió volver a afirmar su inocencia.
Durante los días siguientes y pese a la amenaza de nuevas torturas, rehusó sellar su confesión con un juramento final, aún así Else Gwinner murió quemada el 21 de diciembre de 1601.
Fuente: http://aldea-irreductible.blogspot.com
viernes, 20 de noviembre de 2009
Torturando a Miss Gwinner (1601)
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