viernes, 13 de marzo de 2009

Vida moderna



Bajo un puente como este...


Para ir a trabajar paso bajo el puente de "Puente Saavedra", o sea cuando la Av. General Paz pasa sobre la Av. Cabildo.
Es un lugar bastante desolado y tétrico. Y como a esa hora, gracias al cambio de horario que el gobierno se olvidó de rectificar (las elecciones los mantienen muy ocupados), todavía está en semipenumbra, imagínense el cuadro. (Súmenle el caminar con sueño, una experiencia que también puede ser placentera).
Pues bien, en esas circunstancias, junto al paredón había un hombre, sentado, alimentando el fuego que surgía de una lata. Ahí en lo oscuro, encorvado, con el pelo y la barba típicos de los linyeras.
Una escena casi hollywoodense, solo que sin nada del glamour ni la mística jazzera. Más bien con la aspereza de lo cotidiano bonaerense.
Y pensé, qué poco diferenciaba a ese hombre de otro que, como él, hace 10.000 años, hacía exactamente lo mismo. Ese poco que lo diferencia es la dignidad. Pues su ancestro, nuestro ancestro, era digno. Hoy, todos somos mucho menos indignos con nosotros mismos y con nuestra propia persona.
Él no espera que yo me detenga, y le pregunte, y lo ayude, como era costumbre antaño. El ni sabe que yo existo. Solo sabe que existe otra gente, y otras condiciones de vida.
Yo, pronto olvidaré su existencia.
Aunque ya me viví la experiencia de pasar por ese mismo lugar, y mirar el negro de humo que mancha la pared, y preguntarme quién se habría cobijado allí del frío.
Alguien, seguramente, que vive hoy como hace 10.000 años... pero distinto.

Seguimos en la camioneta.

0 comentarios: